Thursday, October 15, 2009

Testimonio

Para EFY de Guatemala

Me encuentro frente a ustedes el día de hoy para dar testimonio de que sé que Dios vive, y esa es la verdad más grande de todas las verdades! Nuestro Salvador vive. ¡Él vive!Él los ama y los conoce. Él los conoce mejor de lo que ustedes mismos se conocen. Él sabe las tensiones de la vida diaria, conoce sus dificultades, sus esperanzas, sus obstáculos, su amor y gozo, conoce sus defectos y sus sueños.Doy testimonio que si ponen su confianza en Él, Él no les fallará. Al poner a Dios como prioridad en su vida, todas las cosas obrarán para nuestro bien. Estas caerán en su debido lugar o serán quitadas de su vida. A pesar de las pruebas que puedan venir en la vida, Él no los dejará caer. Él los fortalecerá a través del fuego purificador. Él quiere que ustedes triunfen. Les ayudará lograr cada deseo justo de su corazón si tan solo confían en Él. Les ruego que vayan a Él. Abran sus corazones y vean todo lo bueno que Él ha puesto ante ustedes.Sé que Él dirige nuestros caminos y teje la tapicería de nuestras vidas. Estoy tan agradecida porque mi vida los incluye a ustedes. Me siento tan afortunada por la oportunidad que nuestros caminos se cruzaran, personas tan maravillosas como ustedes. Los he llegado a amar mucho, como si fueran mis hermanos y hermanas. Oro para que ustedes también hayan sentido esa unión familiar durante este tiempo, en especial la unión con nuestro hermano mayor, Jesucristo.Doy testimonio que los grandes principios de este evangelio son verdaderos. El Libro de Mormón es la palabra de Dios. José Smith vivió y restauró el evangelio. Thomas S. Monson es el profeta viviente, vidente y revelador, él les ama, ora por ustedes. Él, los grandes apóstoles y sus increíbles líderes ruegan por su bienestar cada día. Ellos oran para que puedan seguir los consejos y mantenerse en el sendero de la rectitud.A pesar que mi tiempo aquí ha sido corto, jamás lo olvidaré. Muchos grandes milagros me han dado la oportunidad de estar frente a ustedes hoy y siempre estaré agradecida por ellos. Siempre tendré estos recuerdos en mi corazón. Quiero que sepan que sé que el evangelio es verdadero. Los amo. El Salvador les ama. Oro para que ese conocimiento penetre sus corazones. Digo estas cosas en el nombre de Jesucristo, Amén.